No podemos perder de vista el hecho de que la tierra no es nuestro fin, ya que usted y yo fuimos concebidos para la eternidad. Reflexione en este asunto que marcará un antes y un después en su existencia.
Fernando Alexis Jiménez | Director del Instituto Bíblico Ministerial
Infinidad de personas en el mundo entero que no dimensionan la brevedad de su tránsito terrenal, desperdician cada instante llevando una vida desordenada y vacía –. Cf. Job 8:9
Sin embargo, cuando tomamos conciencia de esa realidad, reorientamos nuestros principios, valores y prioridades, comenzando por revisar y ajustar nuestra relación con el cónyuge y con los hijos.
Cuando vamos a la Palabra, leemos:
“Señor, recuérdame lo breve que será mi tiempo sobre la tierra. Recuérdame que mis días están contados, ¡y cuán fugaz es mi vida!” (Salmo 39: 4; 119: 19; Santiago 4: 4 | NVI)
No podemos aferrarnos a los bienes materiales ni tampoco a la vida terrenal. ¿Por qué razón? Porque se trata de un tránsito breve.
APROVECHAR EL TIEMPO
Bajo este convencimiento debemos aprovechar al máximo cada minuto que el Señor nos ofrece diariamente (1 Pedro 1: 17)
Hacerlo implica caminar en las pautas que nos enseña el Padre y que están contenidas en la Biblia. De la mano con esta decisión, renunciar al esquema de la mundanalidad que no conduce a nada (Santiago 4: 4; 1 Pedro 2: 11)
No podemos perder de vista el hecho de que la tierra no es nuestro fin, ya que usted y yo fuimos concebidos para la eternidad. Reflexione en este asunto que marcará un antes y un después en su existencia.
Si aún no ha recibido a Jesucristo como su único y suficiente Salvador, hoy es el día para hacerlo. Permítale también que gobierne sobre su hogar. Es la mejor decisión que puede tomar.
Escuche Vida Familiar, el Podcast con Fernando Alexis Jiménez
Revista Vida Familiar 